
Aixa de la Cruz sobre «Esta herida llena de peces»
El debut de Lorena Salazar Masso
Te das cuenta de que un libro te ha dejado impronta un tiempo después de haberlo terminado. Cuando no te cansas de recomendarlo ni de volver a él, cuando sus imágenes o sus temas se te cuelan en conversaciones de lo más variopintas, como si fuera el diccionario de símiles que necesitabas para comprender y explicar mejor tu vida. Tu vida. O sea, mi vida. Pero qué tendrá que ver mi vida con Esta herida llena de peces, una novela que nos lleva río adentro hacia las entrañas de la selva colombiana y cuya protagonista es madre de un niño negro, madre de un niño que estuvo en peligro desde el instante en el que respiró de nuestra atmósfera, con lo blanca y privilegiada que es mi hija y con lo poco exuberantes que son los campos castellanos que me rodean. Los mecanismos de la identificación en literatura siempre me parecen magia, aunque la magia no es más que talento. El talento consigue que la exuberancia de un paisaje remoto no resulte un exotismo sino un déjà vu. Cuanto más avanzaba a través de la herida acuosa de Lorena Salazar, más sentía que yo había estado allí, que estaba allí, de hecho, a punto de que me sucediera algo irreversible. Me detenía en cada palabra no solo porque su prosa sea de una precisión y un oído poco habituales, sino porque me daba miedo llegar a los rápidos que se intuían al final del río. Me daba miedo que la autora estuviera entrenando mi mirada para reparar en los detalles a través de la belleza– una flor, una trenza, una forma nueva de nombrar el agua–, porque cuando llegara la violencia no podría apartar dicha mirada ni pasar el mal trago en diagonal. Y así sucedió. Mejor no os cuento. Mejor lo vivís vosotras mismas. Solo os diré que tampoco es cierto que no tuviera nada en común con el universo que retrata Lorena Salazar, porque uno de los temas de la novela es la maternidad no biológica, y esto es algo que me obsesiona, como madre que ha gestado pero hija adoptada y como feminista que, por culpa de la ofensiva contra nuestros vientres alquilables, se pone en guardia ante los discursos antiesencialistas. ¿Cómo se debate hoy en día que hay maternidades que no son de sangre, o que solo la sangre no hace a una madre, al margen del neoliberalismo y sus intereses? Bueno, pues la respuesta también está en el libro, que ya está en mi Olimpo del año.
Escrito en Instagram por Aixa de la Cruz el 3 de abril de 2021.
Gracias, Aixa.