Descripción
«Es en un paisaje de pasión y desencanto donde se inscribe Recuerdo…, testigo literario de un amor que osciló entre lo sublime y lo imposible […]. Como Safo antes que ella, sabía que en el futuro alguien se acordaría de ella».
—Tania López, VOGUE
«Muere la vida. La pérdida es el exilio del deseo. Y Barney exorciza el olvido cuando el eco de la memoria de su amor se hace literatura […]. Un canto rebelde, transgresor, político en la transparencia de su lesbianismo, honesto y lírico de la memoria de un amor frágil cuya exposición revela un casi onírico acto de resistencia».
—Gema Monlleó, Detour
RESEÑAS:
La belleza de lo cotidiano, en Nueva Tribuna
El amor eterno y el recuerdo inmortal: una aproximación a Recuerdo…, de Natalie C. Barney en El Generacional
Avance de Recuerdo…, de Natalie Barney, en Zenda
Los libros con estilo escogidos por ‘Bellver en abril’, en Diario de Mallorca
Los libros seleccionados del 28 de marzo, en Abril
El clásico de la escritura sáfica que escribió Natalie Barney vuelve a nuestras librerías, en Vogue
Recuerdo… de Natalie Barney, la oda a la visibilidad lésbica que inaugura la colección ‘Miniaturas’, en EFEminista
Recuerdo…, la obra que abogó por la visibilidad lésbica y el amor libre hace más de un siglo. Reseña de Julia Olmo en Smoda (El País)
Natalie Barney. Ella vino hacia mí, en Detour
Itziar Sistiaga y Esther Solà hablan de Recuerdo… en Tras Los Libros
«Toma, amiga, este regalo para las amantes. Una escritura asombrada por su propio deseo.
Este libro recoge al fin en nuestra lengua la tradición sáfica y secreta, la pasión de la amazona y su pensamiento sobre el amor».
SARA TORRES

Natalie C. Barney
Natalie Clifford Barney nació en Dayton, Ohio, en 1876, pero se afincó pronto en Francia. Fue poeta, novelista, dramaturga, traductora y editora. Creó en París en 1909 un salón literario que condujo hasta 1969 y fundó L’Académie des Femmes para impulsar la escritura de las mujeres. Entre sus obras destacan Pensées d’une Amazone, Aventures de l’Esprit, Nouvelles Pensées de l’Amazone, Souvenirs Indiscrets, Traits et Portraits. Se convirtió en una leyenda en Francia por su papel clave en los círculos intelectuales y por declararse abiertamente lesbiana y escribir sobre lesbianismo. Su obra ha sido y sigue siendo una fuente de inspiración para toda la literatura sáfica. Murió en París en 1972.
Renée Vivien, alias de Pauline Mary Tarn, nació en Londres en junio de 1877.
A principios del siglo XX, conoce a Natalie Barney y mantienen una tempestuosa y a veces celosa relación que pronto se desmoronaría. Vivien consideraba las infidelidades de Barney demasiado estresantes. Tras romper con ella, fue Natalie Barney la que nunca se resignó a la separación. Hizo todo tipo de esfuerzos para recobrar a Vivien, que perduraron hasta su muerte. Barney enviaba a amigos comunes a visitarla para que le hablaran bien de ella, le enviaba cartas y flores rogando a Vivien que reconsiderara su decisión.
De esta ruptura es también fruto Recuerdo… publicado de forma anónima en 1910, pero escrito en 1904. Se lo presentó a Vivien escrito a mano en otro de los muchos intentos para recuperarla. Se reconciliaron y viajaron juntas a Lesbos, donde vivieron por un corto tiempo, haciendo planes para crear una escuela de poesía para mujeres como la que Safo había fundado en Lesbos unos 2500 años atrás. Todo acaba cuando Vivien recibe una carta de su amante Hélène (la baronesa de Zuylen de Nyevelt) y se dirige a Constantinopla para romper con ella en persona. Tenía previsto reunirse con Barney en París, pero decidió quedarse con la baronesa y esta vez la ruptura fue permanente.
La salud de Vivien decayó rápidamente poco después. De acuerdo con su amiga y vecina Colette, no comía casi nada y bebía mucho, llegando a lavarse la boca con agua perfumada para ocultar el olor a alcohol. En 1908 intentó suicidarse con una sobredosis de láudano, y acaba muriendo al año siguiente. En sus memorias, escritas cincuenta años más tarde, Barney dijo: «No podía ser salvada. Su vida fue un largo suicidio. Todo se convertía en polvo y cenizas en sus manos».
El Templo de la Amistad
Natalie Barney y Renée Vivien
Renée Vivien